Hace muchos años leí un libro sobre educación de Masaru Ibuka.
En este libro el autor contaba que a la edad de 2, 3 y 4 años, los niños pueden aprender fácilmente cosas que sería muy difícil e incluso imposible que aprendieran después. Los niños siempre están dispuestos a aprender, por lo que debemos empezar a enseñarles idiomas desde el momento en el que nacen, afirma Ibuka en este libro.
Yo me preguntaba: ¿cómo? Al principio no podía aceptar esta teoría sobre el aprendizaje temprano de idiomas. De todos es sabido que en los seres humano recién nacidos el posicionamiento inicial de la laringe es similar al de los chimpancés y solo les permite succionar y respirar al mismo tiempo, pero no pueden tener voz. La laringe humana llega a su posición normal a los 3 años que es cuando los niños tienen la capacidad de articulación plenamente desarrollada. Antes de esta edad el niño solo puede pronunciar unas pocas palabras o sílabas muy simples. Por lo que, ¿cómo puede empezar a aprender lenguas extranjeras desde que nace?
Lo cierto es que hay muchos científicos que dicen que los bebés nacen con un fuerte deseo de comunicarse y siempre adivinan lo que los adultos dicen. Nacen con el deseo de interpretar los sonidos y los signos que hacen los adultos. Por lo tanto, una laringe rezagada no tiene por qué ser un obstáculo para el aprendizaje de idiomas.
Esto era lo que yo pensaba antes de conocer a Lisa, una niña que habla con fluidez cuatro idiomas. Liz aprendió estos idiomas mientras jugaba con otros niños. Ella simplemente creció en un entorno multilingüe donde interactuaba con niños de diferente edades. En Chipre hay un montón de jardines de infancia multiculturales. Otra cosa que me llamó la atención es el hecho de que niños de distintas edades estaban en el mismo grupo en estas guarderías. ¿Cómo es posible que niños de diferentes edades jueguen juntos?
¿Por qué establecemos grupos de niños con edades similares? Me preguntaron los padres de Liza, y la verdad, me desconcertaron.
Que los niños de la misma edad deban permanecer en los mismos grupos es claramente un estereotipo. Y es así porque nos conviene a los adultos, sin embargo, los científicos de la Universidad de Columbia descubrieron que los niños no enferman tan a menudo cuando están en grupos con edades mixtas.
Los padres de Liza me explicaron que había un experto en idiomas en la guardería de la niña y que las clases eran en forma de juego teniendo en cuenta el nivel de desarrollo psicológico y el habla, pero que lo más importante era que los niños estuvieran en un ambiente multilingüe.
Yo he visto muchas veces en la playa como niños de diferentes edades y diferentes nacionalidades se entendía perfectamente jugando juntos y no tenían ninguna barrera de comprensión.
Para mí siempre había sido increíble ver a los niños aprenden fácilmente palabras extranjeras, pero me explicaron que no había nada de sorprendente. Los niños adquieren habilidades de sintaxis cuando tienen 3 años. Cuando tienen 2 años empiezan a prestar atención a los detalles que se traducen en el vocabulario de crecimiento. Los niños comienzan a comprender que un mismo objeto puede tener diferentes nombres. Aunque para llegar a esto es importante no enseñar un idioma a un niño, sino canalizar sus necesidades y deseos de aprender de manera eficiente.
“Creo que todavía hay un peligro sutil. Por ejemplo, Liza nunca podría entender quién es, cual es su nacionalidad si usted habla diferentes idiomas en casa también “, – le dije a la madre de Liza. Sin embargo, parece ser por lo que me contó, que un niño de 3 años puede pensar en esto también. Liza cree que es rusa.
Masaru Ibuka, escribió en su libro que los niños también pueden aprender a tocar diferentes instrumentos musicales. Esta idea me pareció absolutamente fantástica ya que aprender a tocar instrumentos musicales conlleva un gran esfuerzo, incluso para los adultos. Imagino que en Rusia muchas organizaciones estarían en contra de una escuela de música para niños pequeños: “Los dedos deben ser puestos de esta manera y no de esta otra…”
Al parecer, ¡todo es posible! Liza está aprendiendo a tocar varios instrumentos. Ella entiende y memoriza música.
La idea de que un niño no puede entender el arte de Leonardo da Vinci es extraña, escribió Masaru Ibuka, en su libro. El Director de los Institutos para el Logro del Potencial Humano, Glenn Domann escribió: “Vi a niños muy pequeños realizar ejercicios gimnásticos muy complicados bajo la supervisión de Jenkins en los Estados Unidos. Vi a un niños de 3 años tocar el violín y el piano con el Dr. Suzuki en Matsumoto. Vi a otro de la misma edad, leer en tres idiomas, y a otro de 2 años montando caballos adultos “.
No he conocido a todos esos niños, pero he conocido a padres que llevan a sus niños a ver una estación de bombeo. Uno probablemente se preguntará ¿por qué los niños necesitan saber cómo funciona una planta de tratamiento de agua? Lo cierto es que este conocimiento ayudará a crear una visión del mundo coherente. Los niños necesitan saber que el agua que se aprovecha viene de un río, es decir, de la naturaleza. Por lo tanto, van a entender que no deben ensuciar los ríos porque ellos beben este agua.
Antes de conocer a Liza estaba absolutamente segura de que sólo un niño prodigio podría aprender muchas lenguas extranjeras a una edad tan temprana. Ahora pienso diferente. Yo diría más bien que sus padres son especiales. Ellos no tienen miedo de luchar contra los estereotipos. La mayoría de nosotros somos muy conservadores en asuntos de educación temprana. Creo que los adultos deben estar preparados para aprender de sus hijos. Al sentir los expertos que los niños comparten voluntariamente sus habilidades de aprendizaje y los resultados.
Alina Radchenko
Presidenta de Generation 2030
Alina Radchenko es fundadora y líder de la iniciativa internacional “Generation 2030”: el Mañana será Hoy”, creada para dirigir algunas de las estrategias claves del desarrollo global, que incluyen temas como la demografía, la migración, la educación, la salud, el medio ambiente, el progreso social y las normas de la actividad empresarial, teniendo en cuenta las necesidades e intereses de los niños de hoy.