Otra noche de insomnio más. Busco en la televisión algo de compañía que me haga sobrellevar el tedio. El canal 24 horas repite su programación una y otra vez, haciendo de sus malas nuevas una oda al desánimo y al decaimiento. Cambio de canal rastreando algo que sé que no hay, algo de programación que me culturice y me entretenga. Encuentro conciertos de artistas que no conozco, me vale, pero no si quiero alcanzar mi objetivo de rendirme al sueño. Morfeo me es esquivo y si traigo a Orfeo, es posible que acabemos con Baco. Sigo con mi infructuosa búsqueda en el universo de la TDT; 40 canales, todos bazofia emponzoñadora de mentes. Pero hay una programación en concreto que me hace levantarme de mi cama, conectar mi viejo y ruidoso ordenador, sentarme en mi silla e intentar mostrar mi frustración por la incultura de este país. Teletimadores, supercheros, astrobobos, quirolerdos, cartoenfermos, horoscomemos campan por doquier en la televisión del siglo XXI. Hasta en seis canales la programación está ocupada por esta mierda. Y es que estoy ya harto. Te dicen que tienes que respetar este tipo de prácticas propias de la Edad Media, como si fuesen religiones, que la gente cree en eso. Pues esto que escribo va dedicado a toda esa gente. Todo es mentira. Es un negocio basado en la voluntad de la gente de escuchar lo que quiere oír. Desde los horóscopos del periódico hasta los gurús africanos que curan el cáncer con sus manos. Se aprovechan de la debilidad, de la incultura y de la bondad de la gente. Ahora bien, te dirán que cada uno se gasta el dinero en lo que quiere, pues esto no es verdad, cuando existe un timo las autoridades intervienen, y eso que el primo ha dado su dinero voluntariamente.
Y es que el otro día leí que una asociación de escépticos europeos ofrecían un millón de euros a todo aquél que demostrase que poseía poderes paranormales, la existencia constatada de OVNIS, o cualquier otra cosa que no fuese aceptable para la ciencia de hoy en día. Un tropel de sinvergüenzas salieron diciendo que se podían llevar el dinero con facilidad. Aún les espero.
En este país encima les hacemos ricos y famosos. Octavio Acebes, Rappel, la Pitonisa Lola, Aramis Fuster, son ejemplos de gente que ha conseguido cierta notoriedad, una forma de ganar abundante dinero o por lo menos de sobrevivir, a base de engañar y reírse de la gente. Pero hay una en concreto a la que le tenía muchas ganas. Anne Germain, la vidente del conocido programa de Telecinco ‘’ Más allá de la vida’’. Esta pusilánime señora lleva batiendo records de audiencia con su pantomima de hablar con los muertos. Cobra la nada desdeñable cantidad de 15.000€ por programa. Un ejemplo de cómo ganarse la vida en esta crisis. Y no digo que no trabaje, porque lo suyo según un exempleado del programa, es una labor de documentación, de saber estar en un escenario y de usar un método contrastado, el efecto Forer.
Bertman Forer fue un psicólogo que descubrió que a la gente le gusta aceptar descripciones de la personalidad muy vagas como si fuesen propias. Para ello mandaba hacer unos tests de personalidad a sus alumnos, y luego les devolvía un análisis de su personalidad supuestamente basado en los resultados del test. Les decía que valorasen dicho análisis, según su satisfacción adecuamiento del 0 al 5, la nota media era un 4,26. Todo era mentira, hizo el mismo análisis para todos y lo hizo juntando horóscopos.
Pues bien, de esta señora que genera sollozos y penas, se pueden ver tropecientos vídeos en los que no atina ni una. Es muy interesante un artículo del Correo en el que nos cuentan cómo es la experiencia de su espectáculo .
Es muy triste que la gente crea en estas cosas, los es más que la gente esté desesperada por encontrar respuestas a sus miserias, pero lo es más que la Autoridades consientan estas estafas y que encima se respete a estos charlatanes como si fuesen eminencias.
Me llamareis materialista, y os digo que es muy triste no creer en nada. Pero prefiero una triste y fría conciencia racional, que bailarle el agua a estos saltimbanquis.
Espero vuestras velas negras.