Cien días desde que Rajoy tomó posesión como Presidente del Gobierno. Cien días han tardado los sindicatos en convocar una huelga general en España para protestar contra el recorte de derechos sociales y de los trabajadores.
La última huelga general tuvo lugar en contra de la reforma laboral impulsada por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Como casi siempre, hubo una batalla de cifras. El Gobierno de entonces calificó su seguimiento de “desigual y moderado”, mientras que los sindicatos la tildaron de “éxito rotundo”. Pero, ¿qué consecuencias tuvo este paro?
Manifestaciones en las 50 capitales de provincia de España y una gran movilización en Madrid fueron los actos centrales del paro convocado contra la reforma laboral del gobierno socialista.
Los sindicados UGT y CCOOcifraron su seguimiento en un 70%, datos rebajados por Interior: 7,5% entre los funcionarios, 10% en comercios y apenas el 3% en hostelería. Y nulo seguimiento entre los autónomos, según ATA.
Sí que hubo mayor incidencia en la industria . Las 17 plantas de automóviles españolas interrumpieron su producción
Donde tuvo más incidencia fue en el sector transportes, con un 21% de paro según el gobierno socialista. Operaron el 40% de los vuelos y según Aena se cumplieron los servicios mínimos. En el ferrocarril también se respetaron, aunque hubo mayor seguimiento en el transporte urbano. El metro de Madrid funciono al 75% de su actividad habitual. Mayores problemas en los autobuses urbanos, muy afectados por los piquetes.
La huelga dejó un saldo de 100 detenidos y 30 heridos en los enfrentamientos entre manifestantes y antidisturbios. Dos de ellos de carácter grave por atropellos.
Los mayores problemas se vivieron en el sector de la gran distribución, los mercados mayoristas de Madrid, Barcelona Valencia o Sevilla sufrieron un bloqueo por parte de los piquetes.
Hay un dato que refleja la incidencia del paro, y es el consumo de electricidad, que descendió un 16,5% según datos de REE
Los medios de comunicación también se vieron afectados. Los autonómicos Telemadrid y Canal Sur suspendieron su programación habitual, mientras que los principales diarios salieron a la calle con ediciones reducidas.