Este verano las alimañas de la Sgae han intentado buscarse la vida como cualquier animal de rapiña que se precie. Es como esa hiena que lleva varios días sin comer y de repente se encuentra, solo y putrefacto, el cadáver de una cebra. Si cambiamos hiena por Sgae y cebra por cualquier fiesta de pueblo, ya nos hacemos una idea de lo que hablo.
La línea que separa el robo de la poca vergüenza ha sido traspasada una vez más, pero me tranquiliza que los cuervos recaudadores de la Sgae no hayan cobrado dinero de los vecinos de Fuenteovejuna. Es como si la realidad quisiera darnos un fuenteovejuna moderno, aunque ya no es el comendador el que intenta abusar de Laurencia para cepillársela, sino la propia Sgae que ha sido derrotada por los vecinos en esta especie de tragicomedia moderna.
Tan poco derecho tenía el comendador a ser el primero en disfrutar del, sin duda, magnífico potorro de Laurencia como la sgae a cobrar algo por una representación hecha por voluntarios a partir de una adaptación de Fernando Rojas, que renunció a los derechos de autor y que no pertenece a la Sgae. Nada de esto importa, porque esta banda de cuatreros, estos hermanos Dalton del año 2000 están por encima de todo ésto. Aún recuerdo con horror cuando estos miserables cobraron 5000 euros en el concierto benéfico a favor de Juanma, niño almeriense aquejado del síndrome de Alexander, cuando incluso el cantante (David Bisbal) renunció a ganar nada. Esto dice mucho de los escrúpulos de la panda de maleantes conocida como Sgae; allá donde nadie cobra nada, donde hasta el cantante actúa por la patilla, allí están ellos sobrevolando el cielo en círculos como los buitres que esperan la muerte del animal, que no puede más, para comerse sus despojos.
Ellos se escudan en que es legal (que lo es, siendo ésto lo más sorprendente de todo), en que sólo cumplen con su obligación (como el verdugo que tiene que hacer rodar una cabeza, hacha en mano) y no sé que más milongas sin sentido. Así como la antigua Fuenteovejuna derrotó al comendador, todos a una, y hasta los Reyes Católicos aprobaron la legitimidad de esta muerte que emanaba de la justicia del pueblo, la Fuenteovejuna moderna ha derrotado a la Sgae, ya que no va a permitir este robo a mano armada, ni que los secuaces de Teddy “Robinhoodalainversa” Bautista vean un cochino euro.
Bien por ellos. A ver si cunde el ejemplo. Fuenteovejuna nos enseñó que, todos unidos, hasta un asesinato puede ser legítimo.
no sé hasta qué punto la SGAE tiene derecho a cobrar de todo quisqui, pero me parece de gran bajeza moral pretender recaudar pasta de conciertos benéficos en donde ni siquiera los artistas cobran. Lo dicho, no tienen vergüenza.