Hay algunos datos que dicen más que mil palabras. Este es el caso de los gráficos que os adjunto a continuación. En ellos se visualiza la evolución durante los últimos 20 años de la edad media de entrada al primer matrimonio y a la maternidad.
Los datos son un fiel reflejo de la precaria situación laboral y sentimental de los jovenes en nuestro país. Con una tasa de paro del 42% entre los menores de 25 años, los pocos jovenes que consiguen trabajo viven con unas remuneraciones irrisorias lo que les impide independizarse, casarse y tener hijos.
En algunos medios ya se habla de la amenaza de una “generación perdida”. En otros de la “generación ni-ni”: los que ni estudian ni trabajan. Personalmente me parece vergonzoso por parte de los medios de comunicación estas críticas infundadas hacia todos aquellos que están entre los 20 y los 30 años. Lo que los jovenes de siglo XXI tienen es la herencia de muchos años de autocomplacencia y permisión por parte de la sociedad.
La información ha sido extraída del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esto es preocupante. Qué mal. Cuándo acabará esto?