La ignorancia del Siglo XXI

Desde que el hombre inventó la escritura el saber siempre ha ido unido al mundo de las letras. Una cultura que era sintomática de progreso económico y profesional además de, por supuesto, personal. De ahí que ningún ignorante haya pasado a la historia, al menos de manera voluntaria.

Dado el nivel de alfabetización de que goza el primer mundo, parece complicado encontrar ignorantes como había hace 50 o 60 años, pero como dirían en Galicia con las meigas, haberlos haylos. Lo que sucede es que los avances tecnológicos han mutado el significado de este término adecuándolo a la nueva era que vivimos.

Ahora ser un ignorante es no tener ni idea de qué diferencia hay entre 3 y 6 megas cuando vas a contratar un distribuidor de Internet, o quedarte con cara de tonto cuando el caballero del taller mecánico te dice que hay gravilla en las bujías y eso afecta al delco del acelerador, ah, por cierto, y que son 3.000 euros; y que decir de esa pequeña obra que quieres hacer en el baño que te obliga a convivir dos meses con unos albañiles a los que acabas pagando un tercio de tu sueldo, mientras te preguntas por qué carajo te empeñaste en cambiar la bañera por un plato de ducha.

Si ahondamos un poco más en este tema resulta que nuestros padres se empeñaron en que estudiáramos una carrera porque de no hacerlo no seríamos nadie en la vida. Afortunadamente vivimos en una sociedad mucho más tolerante que la que dejaron nuestros abuelos y en la que, por lo general, nadie mira a nadie por encima del hombre por un simple cuestión de estudios.

Y ya si ponemos la mirada en los salarios, no cabe duda de que quien decidió aprender un oficio vía módulo o a través de la antigua FP gana más que la mayoría de los licenciados de este país. Haber estudiado Caminos u opositado a Registrador me podrían decir algunos. Es cierto, pero creo que la mayoría de los que decidimos seguir estudiando al cumplir la mayoría de edad lo hicimos por vocación a nuestras profesiones sin pensar retribuciones económicas futuras. Chapeau para el que no tenía una vocación pero sí ganas de trabajar duro y por lo tanto de ganar dinero.

Con esto no quiero parecer arrepentido de mi decisión de estudiar periodismo y condenarme a un largo camino en el desierto de los trabajos basura, jefes explotadores y salario indigno. Pero lo cierto es que, hoy en día, no haber leído a Kafka o Freud, no conocer la fecha de la Paz de Versalles, confundir un lienzo de Velázquez con uno de Serrano o no haber oído hablar de Kapuscinski sale muy barato. En cambio no saber que la correa de distribución de tu coche debes cambiarla cada 90.000 kilómetros te puede salir muy caro.

  4 comments for “La ignorancia del Siglo XXI

  1. dtordable
    14/10/2009 at 21:36

    Vebga fofainas, ánimo

    • dtordable
      14/10/2009 at 21:36

      De aquí a 5 años estamos todos con curro y con dinero.

  2. 19/10/2009 at 11:09

    No defiendo el ser un inculto, pero el tiempo de que disponemos en esta vida es limitado y hay que decidir una opción de futuro a muy temprana edad. Entre estudiar algo que económicamente pueda darte una retribución o algo “por amor al arte” creo me decanto por la primera opción. Además creo que la enseñanza en España es poco pragmática. Si lees el libro “Padre rico padre pobre ” ( no es una obra de arte, pero es un Bestseller ) te queda claro un concepto. O estudias para saber o estudias para ganar $. Y luego el que gana $ es el que contrata al que sabe. Todos seguro que conocemos personas con negocios rentables que no son precisamente Licenciados y MBA.

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