Pasó la castaña de las selecciones (dios mío qué tostón) y volvió la Liga (qué disfrute). Ocurrió lo que todos pronosticábamos antes del arranque del campeonato: Madrid y Barça, Barça y Madrid, comandan la clasificación. A los dos grandes de nuestra liga sólo les aguanta el Athletic Club (que se desinflará) y el Valencia.
Tiene mérito lo del club ché, con toda la inestabilidad del verano, ha aguantado a sus estrellas y tiene un equipo muy competitivo y además repleto de españoles. Villa, Mata y Silva, acompañados de Vicente y Joaquín (vaya dos extremos suplentes tiene el Valencia) lideran un equipo compacto, rocoso y con opciones serias de plantarle cara a los dos trasatlánticos. Recordamos que no disputa la Champions League.
Al Sevilla le ocurre lo que al Madrid: no juega bien pero gana ante la tremenda pegada de los hombres de arriba. ¿Qué club no querría tener a Luis Fabiano, Kanouté y Negredo de tridente ofensivo?
El Patético de Madrid sigue en su línea: cagada tras cagada y en caída libre. Dejarse dos puntos ante el Racing en casa no le puede ocurrir si tiene aspiraciones ligueras. Que se dedique a lo de siempre: Intentar quedar cuarto y pasar la fase de grupos de la Champions. En la Copa lo mejor es que lo eliminen cuanto antes, no vaya a ser que pasen de ronda y se descentren de sus otros objetivos. Lo mejor que le puede pasar es jugar menos encuentros porque con una plantilla tan corta no puede aspirar a más.
Dos breves apuntes de los dos grandes: la dupla Messi Zlatan funciona e irá a más. Granero tiene sitio en este Madrid.
Pingback: Confesiones de una jornada de Liga | Jonéame