Desde que algunos meses atrás le llamaran la atención en un parque público por arrojar al césped la bolsa con la que envolvía su bocadillo de atún, Luis -mi vecino del segundo- ha tomado “conciencia de reciclaje”. -”Oye, tu, ¿no sabes que el nylon tarda entre cuatrocientos y quinientos años en degradarse?”, le increpó un…