Hace muchos, muchos años, en el cementerio de Coviella se encontró, en lugar recóndito, una misteriosa lápida con una inscripción que rezaba: “Aquí yace Dionisio Fernández Antón, gran sabio y benefactor de la comarca.” No sabemos cuando nació. Pero sabemos que la sexta parte de su vida la constituyó su hermosa infancia. Había transcurrido además una duodécima parte…