REBELIÓN EN LA GRANJA: Orwell ya no quiere más Napoleones…

Entre los muchos beneficios que este mundo de internet está aportando a la ya más que renombrada “sociedad del conocimiento”, me parece importante señalar el cambio radical que está experimentando el mundo de la crítica literaria y cinematográfica.
Antiguamente la gente solo podía recurrir a los periódicos y las revistas especializadas. En la actualidad uno entra en internet pone en Google lo que quiere buscar y se encuentra con una cantidad de información ingente sobre cualquier asunto. Puede encontrarse blogs opinativos, páginas informativas, críticas, reseñas y cientos de publicaciones que te permiten juzgar con más objetividad cualquier asunto.
La gente ya no está supeditada a la crítica de turno y quien no esté conforme con lo que se diga en algún sitio puede aportar su comentario al respecto. En el mundo de los llamados medios de comunicación tradicionales esto no existía, ya que, si por una casualidad uno estaba disconforme con lo que en algún periódico o TV se comentaba la capacidad de respuesta que se tenía era casi nula. En el caso de los periódicos existía y existe la posibilidad de mandar una carta al periódico que en el mejor de los casos será publicada en cartas de los lectores en la parte de abajo de un periódico o en una página par donde la información pierde la relevancia entre un jaleo de cartas que tratan de informaciones muy diferentes entre sí. En el caso de la TV las posibilidades se reducen mucho más, casi podríamos decir que no hay espacio para la opinión del espectador, salvo en el caso de los programas rosas o del corazón.
Sin embargo, internet nos ofrece la oportunidad de opinar sobre cualquier asunto, de argumentar, de explicar nuestro punto de vista más allá de lo que un periódico o una TV nos pueda contar. Nos ofrece un método combativo para rebelarnos contra las posibles manipulaciones y abusos de las grandes empresas e instituciones. En internet las personas tenemos más capacidad de hacer ruido, de hacernos oir.
Cada vez habrá menos cerdos dictadores que dirijan el cotarro a sus anchas y tengan engañada a la población, cada vez seremos más los que no nos dejemos engañar y convencer, porque internet es una gran granja en la que todos tenemos voz y voto.

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