The Jhang Model intenta ser un nuevo modelo de gobernanza en donde los ciudadanos empiezan a ser vistos como un recurso para la lucha contra la corrupción. Recordemos que Pakistán es uno de los países del mundo en donde existe una mayor percepción de la corrupción por parte de los ciudadanos. Según Transparencia Internacional en su Índice de Percepción de la Corrupción el país asiático está entre los 50 países más corruptos del mundo. No por ello, el Gobierno del Punyab ha comenzado a implementar acciones y métodos que pretenden que la ciudadanía pase a ser como un compañero de gobernanza en vez de una masa abstracta y difusa sobre la que gobernar.
La idea es sencilla y parece eficaz tras los primeros proyectos piloto. Ha sido implementada con resultados satisfactorios en la ciudad de Jhang. Su ideólogo es Zubair K. Bhatti, hoy director de programas de la Fundación Asia, Bhatti comenzó a llevar a cabo esta idea en el Departamento de Tierras de Jhang, hace un par de años. En la actualidad este sistema conocido como The Jhang Model ya se está empezando a expandir por varias regiones del Punjab.
El sistema consiste en utilizar un call center para llamar a un porcentaje de ciudadanos al azar, digamos el 5% de los ciudadanos que hayan tenido relación con la administración en los últimos días. Esto se puede hacer porque se regristran los teléfonos móviles de cada ciudadano que visita la administración. Entonces se hace saber al ciudadano que la llamada es para saber si ha sido tratado correctamente. Luego se le plantea tres o cuatro preguntas del tipo: ¿completó su tramitación correctamente?, ¿tuvo algún problema?, ¿le trataron bien?, ¿cuál fue la razón…? Si las respuestas son afirmativas no hay problema, si hay quejas se toma nota de la información aportada y la persona a la que se llama no se ve más implicada en el proceso. Según se va acumulando más información van apareciendo focos de corrupción, lugares en donde se repiten patrones. Entonces es cuando se toman acciones, se envía a los inspectores para tratar de solucionar el problema.
Como podéis ver en este vídeo el señor Bhatti cree que su modelo podría funcionar en todo el mundo. ¿Hace cuánto tiempo habríamos solucionado la corrupción de maletines y comisiones si hubiésemos implementado semejante sistema de calidad del servicio en Europa en el año 2000? Sin duda, este método puede producir efectos muy interesantes. Por un lado, mantiene a los funcionarios a raja tabla, su trato a los ciudadanos mejorará y la forma en que ellos entienden y ejercen el servicio público también debería mejorar. Por el otro, sientas la alerta, el precedente, la intranquilidad en la piel de los corruptos.
Una característica de la corrupción es la opacidad y la colusión entre ambas partes, pero debido a que el ciudadano que hace la denuncia no es juzgado ni delatado, a pesar de haber podido tener algún tipo de connivencia, puede también tener la iniciativa de denunciar. Así, los intentos de chantaje o sobreprecios en los intercambios serán más complicados de efectuar. En cualquier caso, creo que sería útil para infinidad de tramites, pues ayuda a focalizar donde se encuentra la oveja negra, el pájaro tuerto o la manzana pocha.
Llevo algún tiempo mostrando interés en la región de Pakistán-India y la corrupción que tiene lugar en Islamabad es abrumadora. Buen artículo Jaime.