Si la CDU de la canciller Merkel ha ido perdiendo en los últimos años elecciones legislativas en Estados de poco postín, la cita del próximo domingo sí puede tener consecuencias importantes para el devenir gubernamental en un land de enjundia: el de Renania del Norte-Westfalia, donde los sondeos apuntan a que la coalición formada por socialdemócrata y Verdes podrían repetir como socios después de ganar hace dos años y afrontar ahora nuevas elecciones tras una crisis de Gobierno. El peor escenario para Merkel sería un batacazo democristiano en este land de gran pujanza económica para el país, que dibujase para el próximo año un futurible Ejecutivo nacional con la vista puesta en las generales del próximo año.
Sin embargo, el catedrático germano Jurgen Donges no ve tan claro esa tendencia. Pone el foco en los resultados de los Liberales, partido que realmente sí ha perdido fuelle en los últimos años y que es la boya sobre la que se sustenta la CDU de Merkel. De hecho, Donges recuerda que los democristianos obtuvieron un mejor resultado del esperado en Schelswig-Holstein a pesar de perder la llave del Gobierno.
Con 18 millones de habitantes, Renania del Norte-Westfalia es un land clave en el mapa político germano, conjugando la tradicional imagen del sector industrial con una innovadora actividad ecotecnológica, financiera y mediática. Cerca de 40 de las mayores 100 empresas alemanas tienen aquí su sede, como Bayer o Bertelsmann y el 20% de las exportaciones se manufacturan aquí. Por ello, aunque Merkel centre sus esfuerzos en mostrar pujanza electoral, Jurgen Donges no ve tan definitiva una derrota electoral, que las previsiones descuentan. Recuerda que en Alemania no hay una crisis tan voraz como en el resto de Europa que devora Gobiernos, se pregunta cuáles son las tan cacareadas políticas de crecimiento que ahora Hollande propugna y alude a los planes de ajuste como el verdadero motor expansivo que los países deben ejecutar.