En 1992 el lider chino Deng Xiaoping declaró: “el petróleo está en el Medio Oriente, pero los metales raros están en China“. Su comentario generó un programa intensivo para desarrollar y explotar las vastas reservas de China en esta tipología de metales. En la actualidad, se estima que el 57% del total de las reservas mundiales se encuentran en el gigante asiático.
Existen 17 elementos conocidos como minerales raros (del números 57 al 71 en la tabla periódica, y un par más). En realidad, estos minerales no son tan raros. Sin embargo, la extracción resulta muy costosa ya que no son fáciles de encontrar en grandes cantidades. No obstante, tienen aplicaciones prácticas en casi todos los campos, destacando la alta tecnología.
Siete años después de las declaraciones de Deng, su sucesor Jiang Zemin, ordenó al Estado chino dar un paso más. “Mejorar el desarrollo y las aplicaciones de estos elementos raros.”
hoy en día China se ha convertido en el país dominante de este tipo de elementos y ya controla el 97% del mercado mundial a través de las adquisiciones que ha ido realizando a lo largo de los años. Según una publicación reciente de Cindy Hurst, analista de Relaciones Exteriores del Ejército de EE.UU. en la Oficina de Estudios Militares, el mundo puede estar subestimando la supremacía de China: “Beijing ha derramado incontables millones en investigación básica y cuenta con dos laboratorios estatales que emplean cientos de científicos dedicados exclusivamente al tema. En el mundo sólo existen dos revistas dedicadas a los metales de tierras raras y ambas son en chino.”
El año pasado, el diario británico Daily Telegraph informaba de que Pekín está considerando la prohibición total de sus exportaciones de este tipo de materiales, algo que provocó un escándalo entre los fabricantes de alta tecnología. El boicot de China se está volviendo a repetir este año a las empresas japonesas. Esta prohibición aún no se ha impuesto de forma oficial, pero China lleva años posicionándose de forma estratégica en cuanto al uso de estos elementos, prefiriendo utilizar los minerales en sus propias fábricas con la esperanza de incrementar la cadena de valor de sus productos de alta tecnología. Wen Jiabao afirmó hace tan sólo unos meses que “Un iPod se vende a 299 dólares, y China tan sólo recibe 6 dólares”. Desde el año 2008, China consume más de la mitad de su producción de estos elementos raros.
En todo el mundo están surgiendo iniciativas para revitalizar la industria fuera de China. Estados Unidos, Sudáfrica, Canadá y Australia están compitiendo para desarrollar sus propias minas, aunque estos planes están llenos de riesgos pues el precio de los elementos depende en la actualidad de la voluntad de los chinos y una bajada eventual de los precios podría hacer ruinosas las inversiones realizadas por australianos, canadienses, sudafricanos y estadounidenses.
Algunos elementos de tierras raras son más importantes que otros. Entre los más importantes se encuentra el disprosio, un metal de seda plateada que tiene aplicaciones en la fabricación de motores híbridos, láseres, reactores nucleares y discos duros. El 99% de la producción mundial está en manos Chinas. La solución a esta hegemonía China para algunos países como Japón y Corea del Sur pasa por crear sus propias reservas que le sirvan de abastecimiento en momentos en que las relaciones con China se vuelvan turbulentas.
Según algunas fuentes consultadas en el 2014 China podría dedicar el 100% de su producción para su propio consumo lo que podría resultar en un grave conflicto internacional por el uso y abastecimiento de estas materias primas.
Pues fíjate, Jaime, qué bien traído este tema.
¿Recordáis que China y Japón suspendieron relaciones recientemente debido al conflicto territorial en Islas Diaoyu-Senkaku? Bueno, pues tras dicho incidente (todavía siguen suspendidas las relaciones) China decidió también suspender algunas exportaciones de estos minerales a Japón. Y precisamente este sábado día 2, Japón acaba de cerrar acuerdos con Mongolia porque necesita imperiosamente estos minerales. Mongolia, aunque está rodeada de China y Rusia, tiene una política pro-occidental. Y, como China, también alberga multitud de dichos minerales. Sin embargo, tenía un problema. No tenía capacidad para explotarlos. Ahora varias mineras mongolas están saliendo a bolsa. Mongolia también puede ser un nuevo Dubai pero minero. En Ulan Bator están empezando a abrir tiendas del tipo Louis Vuitton. Atentos porque puede jugarse un partido importante con estos metales raros. BTW: tengo previsto ofrecerle a Dani unas entrevistas sobre relaciones China-Japón.
Abrazos, Lebrón.
Buen punto de vista alberto. Quién diría que Mongolia podría protagonizar un despegue económico ligado a esa clase de metales raros. Nos interesan mucho esas entrevistas. Un abrazo.
En breve las subo, amigo. Y enhorabuena nuevamente por este espacio donde podemos encontrar excelentes reflexiones sobre geopolítica. Keep in touch, Lebrón.
Albertillo eres un fenómeno