Los preparativos para realizar un desembarco de dimensiones descomunales, más de 3 millones de hombres, tuvieron lugar en 1942 con Winston Churchill como Primer Ministro de Gran Bretaña y Franklin D. Roosevelt como Presidente de los EEUU.
La alianza estratégica (win&win) de GB y sus aliados con los EEUU, en aquellos momentos la primera potencia mundial, será uno de los elementos imprescindibles para entender el resultado final de la guerra. Las sinergias del bando conocido como “los aliados” eran mucho mayores que las del eje Berlín-Roma-Tokio, que se disolvió antes del fin de la guerra y que en ocasiones contadas desarrollaron planes conjuntos. El plan estratégico del desembarco de Normandía tardó dos años en ser preparado. La batalla debía constar de un gran plan estratégico maestro y un soporte técnico de información y coordinación interna.
El ejército estaba compuesto por 1.750.000 británicos, 1.500.000 estadounidenses, 250.000 soldados de diversas nacionalidades (polacos, canadienses, australianos, noruegos…) y 44.000 voluntarios. Las fuerzas materiales de los aliados estaban formadas por 4.216 embarcaciones de desembarco que servían para transportar soldados y fuerzas de intervención anfibia, 1.213 navíos de guerra y 11.599 aviones caza. El general encargado de dirigir y coordinar las maniobras de desembarco fue el americano Arthur Eisenhower. El plan tenía previsto romper la defensa alemana conocida como “La Muralla Atlántica” atacando por dos flancos diferentes para despistar a los alemanes y finalmente entrar por el sitio que menos se esperaban.
El ataque tuvo lugar el 6 de junio de 1944 un día después de lo previsto debido a las condiciones climatológicas. Los ingleses habían desarrollado una red de distribución por mar que pasaba muy cerca de la costa y otra de defensa o barrido que estaba un poco más alejada a través de 23 puertos que se utilizarían para coordinar las salidas. El avance de los primeros barcos marcaría la estela a seguir por el resto, según fueron avanzando iban dejando boyas con sónares para detectar cuando se podían estar acercando los alemanes y así poder retroceder, cambiar de ruta o enviar aviones para luchar.
Para llevar a cabo el aprovisionamiento de carburante se desarrolló un oleoducto submarino denominado PLUTO “Pipe line Under the Ocean”. También se llevó a cabo la construcción de dos puertos artificiales frente a la costa de Saint Lauren que sirvieron de soporte para realizar operaciones de carga y envío de tropas a través de anfibios. El sistema de comunicación interno se convirtió en otro eslabón crítico entre los diferentes centros de operaciones y se llevo a cabo a través de un código secreto hecho para la ocasión.
La costa de Normandía se caracteriza por unas playas con mucho terreno para realizar maniobras cuando baja la marea y unas colinas poco pronunciadas con campos separados por murallas de piedra. El cuello de botella que encontraron los aliados estaba en la carretera, lugar por donde tenía que transcurrir toda la artillería pesada para llegar al campo de batalla. Al bombardear la carretera cuando los primeros carros de combate alemanes empezaron a llegar neutralizaron el avance alemán y los aviones se encargaron de todo el stock que se iba produciendo en fila india a base de bombardeos.
El desembarco de Normandía no fue un éxito total hasta el quinto día, momento en el cual los aliados consiguieron afianzar sus posiciones, Algún libro de historia considera que no se terminó hasta el 25 de agosto, fecha en la que se libera la ciudad de París. Hasta esa fecha las tropas aliadas utilizaron esa brecha creada como camino de entrada hacia la Francia continental.