La prensa al servicio de las agencias de calificación

agencias de ratingComo decía la película: el mundo está loco loco loco. Y es que no se puede explicar de otra manera la situación económica actual y como se está informando de ella en la prensa. Diariamente son noticia en los medios de comunicación los informes emitidos por las agencias de rating – las americanas Standard & Poors, Fitch y Moodys – en los que se devalúa la calificación de algún país de la Unión Europea. La última víctima de estas agencias ha sido Francia, que para Standard & Poors ya no merece la calificación de triple A. Para mí, la noticia no es que S&P haya rebajado la calificación a Francia, sino que la prensa se haga eco de ello. Ha quedado sobradamente demostrado que las agencias de rating ya no tienen ninguna credibilidad. Sus informes partidistas y sectarios van siempre dirigidos hacia sus propios intereses, dejando de lado la independencia y la imparcialidad que se les atribuye. Como muy bien dice Javier Ayuso en el blog Economismo del diario El País, “su desprestigio -agencias de calificación- va en aumento. Más incluso que cuando antes de que estallara la crisis financiera mantuvieron sus máximas calificaciones a empresas que luego quebraron (Worldcom, Parmalat, Enron, AIG, AMRO, Lehman Brothers, Dubai Investments y, por supuesto, las decenas de productos estructurados que empaquetaban hipotecas subprime en EE UU con un lazo dorado).” Entonces, si está más que demostrado que esta gente no ha parado de mentir en sus informes y de emitir notas basadas en criterios arbitrarios promovidos únicamente por sus propios intereses, por qué motivo se sigue informando cada vez que una de estas agencias abre la boca. La prensa está confundiendo al público y a los inversores y está actuando exclusivamente como canal de propaganda de estos buitres, que son capaces de sembrar el pánico, infundado por supuesto, con tal de hacer negocio. Las agencias de calificación han dejado de ser una fuente fiable de información, por lo tanto resultan inadecuadas para hacer periodismo. Los medios de comunicación se han convertido en meros voceros de los estamentos del poder, a los que les hacen el juego alegremente. Es realmente triste ver como aquellos que han sido parte importante del germen de la crisis no solo no han desaparecido, sino que sus opiniones siguen teniendo difusión y repercusión en los medios, que permiten que su mensaje cale en la sociedad. Yo ya no entiendo nada.

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