Ayer habló el BCE, y vamos a ver los temas más interesantes del discurso de Trichet.
En primer lugar se dio la bienvenida a Estonia, como último país que entra en el cada vez más discutido Euro. Después, bajo mi punto de vista, hubo varios mensajes positivos, con respecto al crecimiento, una de cal y una de arena: si bien es cierto que las exportaciones seguirán impulsando al crecimiento y que, la demanda doméstica también debería mejorar a tenor de la buena evolución de las encuestas de confianza y de clima empresarial, también lo es, que el encarecimiento del crudo y otras materias primas pueden dañar la recuperación, así como la adopción de medidas proteccionistas.
Se habló después de los precios, Trichet señaló que hay evidencia de presiones inflacionistas. El IPC de diciembre para el euro área se situó en +2,2% frente al +1,9% anterior, debido principalmente al encarecimiento de la energía. Por ello y por la evolución de los precios de las materias primas se espera que la inflación pueda aumentar algo más durante los próximos meses. Si sube la inflación, es posible que el BCE se vea obligado a subir los tipos.
A pesar de haberlos mantenidos en el 1%, los tipos en Europa son más altos que en el resto de plazas desarrolladas, dicho lo cual no se puede un aumento de los mismos si se dispara la inflación, aunque esto suponga reducir más el crédito, y por ende la inversión, el BCE siempre ha sido partidario de controlar la inflación por encima de todo, por lo que no es nada descartable una subida de tipos a medio plazo, especialmente si el crudo sigue con la tendencia alcista que mantiene actualmente.
Por otro lado, también me pareció una buena noticia que continúe en marcha el programa de compras de bonos, ya que me parece la mejor manera de ayudar a los países en dificultades de la zona Euro, que pueden emitir su deuda sin tener que pagar los abusivos precios que marca un mercado cada vez más especulativo y alejado de la realidad económica de los agentes que lo integran.
Por último, habló de lo que respecta a las políticas fiscales, alentó a los gobiernos a la reducción de sus déficits y felicitó a los países que ya han tomado medidas. Eso ayudará a reducir las primas de riesgo y a potenciar el crecimiento. Así, es vital cumplir con los objetivos de correción del déficit. Además, otras medidas estructurales también serán cruciales para mejorar la competitividad, sobre todo en el sector servicios.