Hace un par de meses escribí en un artículo titulado What is happening to newspapers…? que la era de los periódicos en formato impreso estaba llegando a su fin. Pues bien, hoy las evidencias se decantan a mi favor.
Algunos pensaban que no verían la desaparición de los medios impresos, otros creían que todavía quedaba mucho para que esto llegase. Sin embargo, el descalabro en bolsa de los grandes grupos de comunicación está acelerando un proceso que hace tan solo unos años parecía impensable. Seguramente no todos los periódicos tomen la decisión de pasarse al formato on-line de forma definitiva ya que el target se lo impide. Así por ejemplo, La Razón cuyos lectores sobrepasan en gran medida los 50 años no se puede permitir abandonar el formato impreso. Sin embargo, por medidas estrictamente económicas el proceso ya está comenzando.
Durante las décadas de los 80 y los 90 el negocio de los medios de comunicación fue una ganga y los periódicos tuvieron márgenes de beneficio de hasta un 30%. No obstante, con la llegada de internet la cosa empezó a cambiar. La gente dejó de comprar el periódico para leerlo en formato digital y la famosa tarta publicitaria aumentó de forma exponencial. Tanto es así que en 2008 el precio de las acciones de los periódicos estadounidenses en bolsa cayó un 83% de media frente a un 75% de caida que han experimentado los grandes grupos españoles. Además, se calcula que el número de despidos relacionados con el mundo de la prensa escrita podría llegar a los 3.000 en España durante este año 2009, mientras que en EEUU, ya son más de 15.000 los desempleados y se espera que haya otros 3.000 este año.
En momentos de crisis las empresas tienen que hacer frente al chaparrón deshaciéndose de gastos o inversiones innecesarias. Dicho esto, el camino más natural a seguir por cualquier empresa suele ser primero un recorte de personal y a continuación un recorte drástico en inversiones de marketing. Los grandes afectados por esta marea de recortes son los medios de comunicación quienes casi como único modo de supervivencia tienen a la publicidad.
Así por ejemplo, en EEUU ya son varias las ciudades de gran tamaño que ven peligrar la existencia de sus periódicos más representativos en formato impreso. En el caso de Philadelphia la pérdida es inminente. Los dos periódicos más representativos, The Inquires y el Daily News, se encuentran ambos en situación de bancarrota sustentados por un proyecto llamado el Plan Philly que pretende hacer a los ciudadanos copartícipes en la creación de las noticias. No obstante, esta no es la única prueba de la agonía en la que se encuentran los medios impresos. Los periódicos de otras grandes ciudades estadounidenses como son Boston, Detroit, Los Ángeles, San Francisco, Miami, Denver o Newark están viviendo situaciones similares. Algunos periódicos como el Rocky Mountain News de Denver ya han abandonado el formato impreso y han apostado al 100% por el formato on-line y es que las ventajas que ofrece desde el punto de vista empresarial son abismales.
Grupos que habían tenido una importancia trascendental, como Prisa, se encuentran en situación drástica haciendo frente a deudas que superan varias veces su valor en bolsa. The New York Times ha tenido que hipotecar su sede y el millonario Carlos Slim ha tenido que inyectar una buena cantidad de millones ya que en el primer trimestre de 2009 sus 18 cabeceras de periódicos produjeron unas pérdidas de 75 millones de dólares. Si algo queda claro, es que la era dorada de la prensa ha pasado. Los periódicos impresos son discos de vinilo en un mundo de Ipods.
En países como Francia se está llevando a cabo un plan de ayuda a la prensa bajo la premisa de que internet no es un medio lo suficientemente maduro para hacer frente al vacio que la desaparición de los medios impresos va a dejar. ¿Es esto cierto? En mi opinión lo es en parte. Los periódicos desempeñan un papel estabilizador en las democracias occidentales que difícilmente puede ser suplido. Pero lo cierto es que no tienen por qué desaparecer solo deben adaptarse a los tiempos. Una de las razones que veo por la que los periódicos son reacios a la arena de internet es porque la red de redes representa un lugar donde la competencia es leonina, solo los más fuertes pueden sobrevivir en formato empresarial. ¿Quiénes serán?
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Muy buen artículo, currado, estudiado y bien escrito. Me gusta que saques este tema de debate. Desde comienzo de la carrera nos dijeron que los periódicos jamás caerían y que muchos habían pronosticado lo contrario, equivocándose.
Una vez más tu apuestas por el fin de los diarios, y yo estoy contigo. Los jóvenes ya no compran periódicos, si alguna vez los compraron, y como bien dices sólo las personas mayores (las qeu no se han viciado a interner), seguirán comprándolo. Muchos ancianos son perfectos navegadores. Y nosotros, pioneros de la época de la tecnología suprema, somos conscientes de que hay que estar al tanto de todo lo nuevo, asi que ni aún siendo viejos, si llegamos, nos negaremos a seguir estando a la moda en cuanto a tecnología.
Internet es el futuro inmediato, no sé si a largo plazo, pero tengo miedo de que todo se empiece a regular y a penalizar. Buen debate. Amén.
Sólo quería plantear la siguiente cuestión: cómo afectará todo esto a la libertad de expresión? se reducirá el número de periódicos? quién controlará los medios de comunicación? serán aquellos que paguen por publicitar sus productos?
Un fuerte abrazo
Llevo tiempo pensando sobre eso Bosco. Esas son las tres preguntas claves. Te responderé pronto en una entrada aparte…