Historicamente las crisis de deuda soberana han tenido lugar en escenarios muy complicados, generalmente en épocas de guerra, en estas situaciones los gobiernos emiten deuda obligando a sus propios bancos a comprarla. Pero da la casualidad que este no es nuestro caso, ni estamos en guerra ni podemos emitir billetes como antaño.
Existen varios factores que pueden afectar de forma determinante en momentos de crisis soberana. Por un lado, es necesario un excesivo endeudamiento del Estado medido como porcentaje del PIB. Además, no nos ayudarían mucho unos tipos de interés excesivamente altos. En Europa esto se mide a través del diferencial de deuda con el bono alemán o la prima de riesgo. Resultaría también bastante perjudicial la excesiva dependencia del capital extranjero medido como la deuda sobre las exportaciones. Y por si esto fuera poco, para acabar de poner la guinda al pastel, debemos sumar la debilidad económica y política del Estado en cuestión. Un país que no crece se encontrará con inversores privados reacios, pues empezarán a tener menores retornos sobre sus inversiones y por lo tanto desconfianza. Y un país que está caracterizado por la debilidad política de sus mandatarios, los cuales durante años se han dedicado a gastar de forma irracional y excesiva tiene poco credibilidad a la hora de pedir un crédito. Si todos estos factores se dan en un mismo lugar podemos dar por hecho que el país se irá a pique antes o después. Creo que hasta aquí ha quedado bastante claro.
Este es el cocktel letal señores. Y ciertamente, España adolece de muchos de estos defectos. Se podría alegar que en comparación con otros países de la UE nuestra deuda sobre el PIB es baja, pero en este caso y debido a que llevamos dos años emitiendo deuda a corto plazo el riesgo real se cierne sobre nosotros en torno a los tipos de interés. Nuestro mix es el siguiente: mucha deuda contraida con el extranjero a muy corto plazo y a unos tipos de interés excesivamente altos.
Me gustaría dar soluciones simples pero las salidas reales a la crisis de deuda soberana son pocas. En teoría un país con soberanía monetaria podría zafarse de sus deudas imprimiendo dinero lo que contribuiría a reducir el valor total de la deuda a pagar gracias a la inflación que esto supondría. Así actuan los EE.UU. Sin embargo, España perdió su soberanía monetaria al entrar en el Euro que precisamente tiene una política monetaria antinflacionista. En teoría un alto crecimiento del PIB también serviría para salir de la crisis pues esto generaría un crecimiento de los ingresos del Estado, pero resulta que en las condiciones actuales de estancamiento parece poco viable. Entonces, ¿qué nos queda? Pues nos quedan dos salidas que en realidad son la misma solución, lo que los americanos llamarían fiscal pain.
En primer lugar tenemos lo que llamaré el bail-out-default. Supuestamente son cosas distintas, pero en la UE de momento van unidas de la mano. Básicamente es lo que se ha hecho con Grecia e irlanda. Se hace una transferencia de capital, desde la UE y el FMI dejando las “deudas saldadas”. Y he aquí el pain, te obligan a llevar a cabo unos ajustes brutales reduciendo tu gasto público, aumentando los impuestos a los ciudadanos y estableciendo unos periodos de cumplimiento y rendición de cuentas sobre la base de la restructuración de tu deuda. Dios quiera que nunca lleguemos a esta situación pero vamos en camino.
En segundo lugar tenemos el fiscal pain a secas. Es decir, el Gobierno se pone la gorra de dictador y sube los impuestos de forma dramática sabiendo que ya no saldrá elegido en las siguientes elecciones, personalmente lo veo poco probable teniendo en cuenta que a nuestro presidente lo llamaban el bambi de Moncloa, pero hay que decir que el actual Estado de Alarma ha sido un aviso a navegantes. Literalmente la solución sería como agarrar al ciudadano boca abajo por los pantalones y sacudirlo hasta que saque todo su dinero. Ah… también habría que añadir la reducción de los gastos de las administraciones públicas pero en este caso hasta que no se solucione mediante una reforma de la Constitución el Gobierno no puede obligar a CCAA y Ayuntamientos a recortar el gasto.
¿Qué pasaría si nos hacen el bail-out-default? Pues lo que sucedería es que ya no tendríamos un gobierno democrático, bueno sí, tendríamos un gobierno elegido a través de unas urnas pero mandado y dirigido desde Europa. También podría ocurrir que durante unos años fuésemos unos repudiados en la UE, los titulares de periódico podrían ser algo así como: España el país que estuvo a punto de terminar con la Unión Europea, España: el milagro que se convirtió en tragedia, España: se acabó la fiesta.
Para terminar, os voy a poner un grafiquito que ya sabéis que me gustan mucho. En este caso creo que servirá para bajar un poco las tensiones acumuladas tras la lectura del artículo. Es un gráfico histórico de los defaults y las restructuraciones de deuda que han tenido diferentes países desde el año 1800. Por cierto, España en dos siglos ha vivido más de diez defaults. La fuente del gráfico es Roggoff & Reinhart: This Time Is Different: Eight Centuries of Financial Folly.
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