El anuncio del BCE supone efectos sobre la denominada economía real: el euro, las hipotecas, el consumo, la bolsa y las exportaciones
La bajada de tipos de interés del BCE que ha pillado por sorpresa al mercado, tiene efectos concretos sobre la denominada economía real: créditos, hipotecas, precios, bolsas euro, exportaciones y ahorradores se ven afectados en mayor o menor medida:
En primer lugar debilita al euro, ya que el dólar llevaba tiempo poniéndose demasiado barato, como explica Rubén Manso, doctor en Ciencias Económicas, “la bajada del euro será positivo para el continente europeo, ya que el euro en los últimos tiempos estaba muy fuerte frente a la divisa estadounidense”.
Esto conduce a la segunda consecuencia: la bajada de tipos favorecen las exportaciones, precisamente cuando son las que están sosteniendo las economías europeas en esta época de crisis. Las exportaciones en España han experimentado, precisamente, un fuerte alza en los últimos meses hasta niveles históricos en máximos.
El anuncio de Mario Draghi también impulsa el consumo: la inflación seguirá baja durante tiempo, el recorte del precio del dinero debería animarlo y evitar la temida deflación: “las autoridades siempre prefieren una inflación moderada que la temida, temidísima deflación”.
Además supone un balón de oxígeno para la banca , que obtendrá mejores condiciones de financiación y conseguirá mejorar sus ratios de capital, requisito imprescindible en el nuevo escenario de Basilea III.
Fomenta el crédito: aunque la medida no será la panacea, porque el crédito va ligado a muchos factores, si debería abaratar y facilitar el acceso a la financiación de empresas y familias, aunque persisten los problemas con el crédito . En este sentido, Rafael Manso, destaca que “es difícil que fluya el crédito por esta medida ya que persisten problemas en este ámbito como los elevados déficits públicos y los elevados costes de financiación bancaria”
La medida del BCE abarata las hipotecas referenciadas al euríbor: una familia pagará 13 euros al mes menos por una hipoteca media de 120.000 euros a 20 años. Aunque otra consecuencia será el golpe para ahorradores, que verán como productos conservadores como depósitos o cuentas rendirán ligerísimamente por encima de la inflación. Esto conlleverá que se animen los mercados de valores, aunque la subida o bajada de las bolsas tampoco depende directamente de esta circunstancia.