El ultimo salón del automóvil de Detroit celebrado recientemente en pleno “motown”. El pasado orgullo nacional donde se fabricaban alguno de los míticos “haigas” con los que soñábamos en Europa, nos has dejado vislumbrar no sólo la delicada situación actual del sector automovilístico mundial, sino la nueva dirección que el sector está siguiendo para salir airoso de la actual crisis en la que se encuentra sumido.
A diferencia de ediciones anteriores, el mítico salón del automóvil ha dejado de lado los prototipos exuberantes y futuristas o la presentación de automóviles de gran cubicaje y baja eficiencia termodinámica centrándose en la presentación a nivel mundial de nuevos modelos como ha sido el caso de Ford con su nuevo Focus. Desde el inicio de la crisis los consumidores norteamericanos han puesto sus ojos en coches más compactos y con menor consumo en detrimento de los grandes todoterreno y berlina con motores de gran cilindrada y una baja relación potencia/cubicaje que tanto adoraban en el pasado. Parece que la mentalidad americana está cambiando y que el viejo axioma “there’s no replacement for displacement” o “nada puede sustituir a la cilindrada”, está dando paso a criterios más racionales en el diseño de motores y vehículos, siguiendo las directrices de los fabricantes europeos y japoneses que desde hace tiempo trabajan en motores de mayor eficiencia, menor consumo y más ecológicos.
En Europa encontramos claros ejemplos de ello, destacando los de Volkswagen, BMW y Fiat entre otros, que con sus motores TSI (Turbo twin-scroll), y MultiAir están llevando las nuevas tendecias a un concepto que se ha denominado como “downsizing”, que no es otra cosa que el desarrollo de motores de menor cilindrada, mayor eficiencia termodinámica y la consiguiente reducción en el consumo a la par que se mantienen e incluso mejoran los niveles de potencia y prestaciones a base del uso de turbos, compresores, e incluso, ambos a la vez combinados con sistemas “Start and stop”. En todo esto indudablemente han contribuido los grandes avances en el mundo de la electrónica (cuya fiabilidad a su vez ha mejorado) Esto permite un control minucioso de casi todos los parámetros del motor modificando en milésimas de segundos los mismos, buscando una optimización del consumo de carburante a la par que no se merman las prestaciones.
Pero esto es solo la punta del iceberg ya que a largo plazo el futuro parece encontrarse en los coches propulsados por energía eléctrica o hidrógeno. Dicho cambio de mentalidad se ha visto reflejado este año en el propio salón de Detroit con la habilitación de una zona exclusiva para vehículos eléctricos que se denomino “Electric Avenue”, en donde fabricantes de todo el mundo expusieron sus últimos avances y modelos en este campo, destacando una vez más el fabricante californiano Tesla, con su berlina S, de gran autonomía y prestaciones de la cual ya se aceptan pedidos. También cabe destacar al fabricante sueco Volvo con su versión eléctrica del C30.
A pesar de esta euforia por los vehículos eléctricos, aun existen muchos escollos que solventar empezando por la necesidad de que los países asuman el nuevo reto de reforzar y mejorar sus infraestructuras de suministro eléctrico para evitar un colapso de sus redes eléctricas porque millones de usuarios estén recargando sus vehículos mientras duermen. Y llegados aquí, vuelve a surgir el debate sobre la energía nuclear y sus residuos que en España estos días tiene tan revuelto el panorama político.
Por lo tanto nada es aun definitivo, pero si, se puede vislumbrar con gran seguridad por donde ira el futuro del automóvil. A su vez, el que estas líneas suscribe, abogaría por un mayor desarrollo de los motores propulsados por hidrógeno que aparte de emitir agua y no contaminar permitirán que los aficionados con gasolina en la venas podamos seguir disfrutando de vehículos con el tacto y las sensaciones de los actuales propulsados por derivados del petróleo.
Artículo interesante y bueno. Parece que por fin el sector valientemente se afianza en reducir la dependencia del petróleo y avanza hacia la energía eléctrica.
La pila de combustible / hidrógeno resulta una tecnología muy interesante, sobre todo para mantener el modelo de estaciones de servicio y tanques, ya que la ley española prohibe el repostaje en casa. Los coches son eléctricos, en cualquier caso, pero la procedencia de la energía es un factor decisivo. Bajo este esquema podríamos ver cómo las gasolineras, en este caso hidrogineras, lícuan, comprimen y enfrían hidrógeno y se convierten en productores y distribuidores, en vez de meros puntos de repostaje. Ciertamente sería una buena alternativa para el sector.
En el esquema del coche eléctrico enchufable este repostaje si puede realizarse en casa ya que no se utiliza ningún hidrocarburo o derivado para recargar las baterías, pero el usuario ha de adaptar su instalación eléctrica contratando una intensidad de, al menos, 90 amperios para tener un tiempo de recarga cercano a las 7 horas, además de tomas de alta tensión. El incremento en la factura eléctrica nunca sería equivalente al gasto en combustible de un coche de similares características, no llegaría a un 10% (más de un 90% de ahorro en gasto de combustible).
Ahora bien, donde el sistema difiere es precisamente en el esquema de comercialización, ya que los 100% eléctricos tendrán un sobreprecio equivalente al coste de combustible de un vehículo comparable en 3 años.
Quedaría por ver si ese sobreprecio es justificable, teniendo en cuenta la cantidad de litio necesaria para las baterías de un coche. La cantidad de litio para hacer 30.000 coches 100% eléctricos es la misma que para toda la producción mundial de portátiles, 76 millones, en el año 2006.
A largo plazo preocupa el riesgo que supone reducir en gran medida la dependencia de un cartel que controla el petróleo, para pasar a otro cartel que controla la producción de litio…
Repito, un artículo fantástico.
Interesante debate. No se cuan de viable es y a qué coste (como todo lo ecológico, es caro) pero yo diría que a por el coche ecológico ya!
Al hilo de tu breve mención de la energía nuclear, ¿os habéis fijado la que se ha montado en estos dos municipios de Guadalajara y Tarragona que se han presentado como candidatos a la instalación de una central de residuos nucleares? Sobretodo en Cataluña. Es complicado. Supongo que por razones naturales nadie quiere tener uno de esos cerca pero estamos en lo de siempre, ¿qué me dices de la cantidad de gente que está en paro y que piensa que una inversión como ésta, con lo que implica de entrada de dinero en la región, ayudaría a más de una familia? En fin, me gustaría poder seguir charlando sobre este asunto que va a dar mucho de sí en los próximos días.
Por cierto, qué fuerte, tenemos a un presidente de gobierno freak que lleva en el móvil la música de tensión de Psicósis. Jajajaja Me parto. Qué grande! VOTA ZP YA