Si ha conseguido mejorar mi sublime juego al Pro Evolution Soccer, imaginaos al Barça. No en serio, yo también voy a echar de menos a Etoo. El camerunés se ha ganado los corazones de todos los culés con la etapa más importante de la insitución blaugrana en casi 110 años. Dos Champions, 3 ligas, dos supercopas, un pichichi y muchos muchos goles, dos de ellos en sendas finales de la máxima compaetición de clubes del mundo. Pero seamos realistas, Etoo ya no está. Corría, presionaba, se dejaba la piel. Pero seamos serios, Ibrahimovic es mejor que Samuel.
Cuando hablo de mejor me refiero a más calidad, mejor disparo, mejor colocación, mejor pase, mejor remate de cabeza, mejor lanzamiento de falta, mejor pared y mejor visión de juego. Si al mejor delantero del mundo le añadimos un mejor equipo creo que las posibilidades de éxito se multiplican.
Claro que el fichaje del sueco no garantiza nada. Cada temporada es un mundo y no voy a malgartar una letra en citar ejemplos pero la ecuación parece lógica.
Está por ver el acople del jugador a un nuevo campeonato, la adaptación con los jugadores y su encaje en el sistema de Pep. Ahí está el punto más importante. El F.C Barcelona basa su estilo en la posesión del balón. Sin el esférico el equipo sufre mucho, por lo que la línea de presión se adelanta para robar en campo contrario y sorpender a los contrarios con un par de pases y gol. Lo que en argot
se conoce como pim pan pun o torti chaka.
Claro que el “9” de origen bosnio aporta cosas diferentes al león indomable. Ahora el equipo comandado por Guardiola tiene una referencia clara arriba. Arriba y por alto. Con Zlatan se puede buscar más los centros endiablados de Alves, combinar por el suelo con Xavi, Messi e Iniesta o asistir a Henry, menos escorado en la banda puesto que a Ibracadabra le gusta más caer hacia los lados. En definitiva el barça gane más que pierde. Hola Ibrahimovic, adiós Etoo, força barça.