¿Krik? ¡Krak! es el título de este volumen de nueve cuentos. Su autora es la haitiana-norteamericana Edwidge Danticat. Por este conjunto de historias la autora fue nominada en Estados Unidos, donde reside, al National Book Award. Su primera novela Palabra, ojos, memoria le otorgó un sitio destacado en el panorama de la narrativa en inglés. Desde el primer relato, Hijos del mar, se adivina una historia lacerante contada por dos voces en contrapunto, ya están a la vista las marcas de su narrativa. A medida que el libro avanza se repeten las miserias, los desencuentros, la indefensión de los personajes. Quizás los últimos relatos son más sosegados, donde el trazo se hace menos oscuro y las postales vitales más reflexivas. Historias de seres en el límite. Habitantes de la desesperación. En el trance de la pérdida, del despojo. Como esa joya titulada Mujeres de la noche donde una prostituta narra en primera persona su amor maternal:
“Yo le murmuro al oído cuentos de la montaña, historias de las mujeres fantasmas con estrellas en el pelo. Le cuento de las serpientes mortíferas que hay en una punta del arco iris y del sombrero lleno de oro que hay en la otra punta. Le cuento que si cruzo un arroyo de hibiscos cristalinos puedo volverme diosa. Le soplo las largas pestañas para ver si duerme de veras. En su nariz mis dedos se enroscan en visiones de pájaros. Quiero que olvide que vivimos en un lugar donde nada dura”.
Sin embargo, siempre nos regala una escena esperanzadora, una iluminación tenue. Como un soplo de aire liberador entre tanta asfixia.
La escritura de Danticat es un torrente permanente de historias engarzadas con maestría. Como si susurrara el gran relato de las bellezas y desgracias haitianas. El de los que todavía están allí, el de los que huyen, el de los que hace tiempo ya han partido.