Alicia y la mermelada

Cuando preguntamos a alguien sí le gusta su trabajo, seguramente nos responda que si.  Pero, ¿qué quiere decir ese si?.  Quizá se refiera al trabajo considerado de forma global, como una pieza que encaja bien en su esquema vital y de objetivos. Quizá tenga buenos recuerdos de su tiempo en el trabajo, y espera desarrollar una buena carrera en el mismo, un ascenso, una promoción en un futuro no muy lejano. Pero si la pregunta se refiere al día a día, la respuesta puede que sea muy distinta. Posiblemente nos exponga sus quejas sobre la monotonía, los montones de emails, las reuniones interminables, los malos días del jefe, etc. ¿Como  es posible que la suma de días de monotonia den como resultado una carrera de rosas y estrellas?.

Alicia puede decirnos algo ya que tuvo una experiencia similar cuando la Reina Blanca le ofreció trabajo. “Alice’s Adventures in Wonderland” es un cuento que aun teniendo como protagonista a una niña de siete años, su lectura nos hace reflexionar sobre muchos aspectos de la vida que no son nada triviales. En la que podríamos considerar su segunda parte, “Through the Looking Glass and What Alice   Found There”,  la Reina Blanca ofrece a Alicia ser su doncella a cambio de “two pence a week and jam every other day”.  Alicia le dice que no le apasiona la mermelada y que “además hoy no me apatece”. Pero la reina le replica: “You couldn´t have it if you did want it!”. “The rule is, jam tomorrow and jam yesterday-but never jam today.” Alicia protesta y le dice que en algún momento tendrá que haber “mermelada hoy”. “No, it can`t, dice la reina. It’s jam every other day: today isn’t any other day, you know”.

Inspirándose en Alicia, el filósofo contemporáneo Elijah Millgram ha escrito sobre aquellos bienes que tienen el esquema de “mermelada-ayer-mermelada-mañana” (en adelante “M-a-M-m” para abreviar). Un caso podría ser el del trabajo que hemos mencionado al principio. Cuando se mira hacia atrás, nos vienen buenos y agradables recuerdos, cuando pensamos en el futuro nos imaginamos oportunidades de ascenso, grandes cosas por hacer,  y promoción dentro de la empresa. Mermelada ayer,  mermelada mañana-pero y hoy, ¿no hay mermelada?. No hay mermelada hoy para nuestro esforzado trabajador. Millgram sostiene que muchas experiencias de nuestra vida son así: muy buenas cuando las recordamos o deseamos, pero normales y corrientes, o incluso malas, en el momento. Cita, por ejemplo, el ser padres, lo que la mayoría de la gente considera como una experiencia trascendental y maravillosa en su vida. De joven se espera con ilusión, ya mayor se mira hacia atrás con satisfacción, se recuerdan con agrado los esfuerzos por conducir a la prole a una formación esmerada y útil para sus vidas. Pero las tareas del día a día son prosaicas, cuando menos: cambiar pañales, limpiar lo que dejan por el suelo, llevarles de aquí para allá, que si cumples, que si entrenamientos,…. Otro ejemplo que cita Millgram es el senderismo. Durante la semana se espera con ilusión el día de salida, y ya de vuelta a casa se recuerda con agrado la excursión. Pero si observamos al senderista en plena faena, está empapado de sudor, sus pies están hinchados, o simplemente piensa: ¿qué hago yo aquí?. Otra vez la misma situación: mermelada-ayer-mermelada-mañana, pero nunca hoy.

¿Cómo es posible que la suma de momentos, ninguno de ellos especialmente agradables, de como resultado algo que luego se recuerda como una experiencia maravillosa y que con anhelo se espera repetir?.

Millgram, sin embargo, no está interesado en ésta paradoja per se, sino más bien como vehículo que le lleva a lo que realmente le interesa: la procrastinación. La RAE define este término como “diferir, o aplazar”. Chrisoula Andreou, otro filósofo contemporáneo, nos amplia ésta definición: “aquellos casos de aplazamiento en los que uno deja para más tarde (o para nunca) lo que-de acuerdo a sus objetivos e información-debería haber hecho antes”.  En otra palabras, sabes que tienes que hacer algo ahora, y sin embargo lo dejas para más tarde-esto es, una prevaricación contra uno mismo, ya que a sabiendas de que me causo un perjuicio en el aplazamiento, lo hago de todas formas. Es curioso que en Inglés se utilicen a veces mezclados los términos “prevaricate” y “procrastinate”, aunque el primero no tenga nada que ver con el uso que en Español damos al verbo prevaricar.- Actuamos contra nuestro mejor juicio continuamente: algo me dice   que no debo tomar otra copa, que no debo fumar otro pitillo, que no debo comer otro pastel, que no debo retrasar ese informe. Pero da igual, al final tomaré otra copa, fumaré otro pitillo, etc. En general éste tipo de conducta se conoce como voluntad débil o acrasia, y cuando ésta se relaciona específicamente con el aplazamiento de actividades, se convierte en procrastinación.

Nos encontramos ante una conducta, que por un lado es muy habitual, pero que por el otro va en contra del sentido común de como deberíamos tomar nuestra decisiones.

Para Miligram la procrastinación está muy  a menudo relacionada con los bienes que tienen un esquema M-a-M-m, porque la motivación humana está íntimamente relacionada con los bienes que son visibles de forma concreta en el momento. Por eso cuando el bien logrado sólo puede verse en la lejanía la motivación que debería actuar como motor que nos empuja hacia su consecución, se relaja. Precisamente porque no tenemos mermelada hoy, y realmente la queremos, procrastinamos cuando tenemos que  hacer aquello que sólo nos proporciona  mermelada en un futuro vago y distante.

Ahora bien, sabiendo que los bienes con esquema mermelada-hoy-mermelada-mañana nos hacen a menudo procrastinar, ¿hay algo que podamos hacer al respecto?. Millgram nos responde con dos ejemplos: las graduaciones universitarias y el senderismo (de nuevo).

Las graduaciones universitarias son ceremonias curiosas, ya que un estudiante puede participar en ellas sin tener aprobadas todas las asignaturas en ese momento. Si luego no las aprueba su participación habrá sido un sin sentido. Por otro lado, un estudiante puede graduarse sin asistir a la ceremonia. Cabe preguntarse, entonces, la razón por la que se hacen. Para Millgram proporcionan motivación, a veces distante pero muy clara, para perseverar en el trabajo de cada día en su formación universitaria que para la mayoría de los estudiantes es un bien del tipo M-a-M-m. Si cada vez que estos tuvieran que tomar sus propias decisiones sobre si leer el libro, redactar aquel trabajo, asistir a clase, en base a la  contribución tangible de esas tareas a su formación, seguramente que las dejarían para otro momento. Se concibe, entonces, una elaborada ceremonia que proporciona una brillante luz al final del tunel que ayuda a motivar a los no motivados a conseguir su objetivo.

En relación al senderismo, al ser este un bien M-a-M-m, es muy probable que los  principiantes  renuncien muy pronto: “tengo los pies hinchados, estoy empapado de sudor, no puedo con el alma, ….hasta luego Lucas”. Pero resulta, que las rutas mejores, tienen sus destinos bien definidos-un lago, un mirador, una aldea, etc.-que proporcionan un objetivo al senderista, aunque el objetivo verdadero del senderismo no sea llegar a ninguno de ellos. Por eso las excursiones funcionan mejor cuando hay un destino claro que sirva como punto de retorno. Es más fácil mantener la motivación cuando se proporciona una meta temporal bien localizada. Hasta Alicia le dijo al gato de Cheshire que no le importaba a donde iba “so long as I get somewhere”. Por lo tanto para prevenir la procrastinación debemos procurar la mermelada de hoy, como pueda ser un objetivo a corto plazo que motive la acción inmediata necesaria.

En conclusión, lo que nos enseña Millgram es que podemos vencer la procrastinación derivada de los bienes con un esquema de mermelada-ayer-mermelada-mañana, indentificándolos primero como tales, y a continuación, asegurándonos algún tipo de mermelada para hoy.

  3 comments for “Alicia y la mermelada

  1. Danilovich
    02/11/2010 at 09:09

    Yo soy el mayor procrastrinador de la historia. Me ha encantado el artículo.

  2. 02/11/2010 at 11:06

    A mí tmb me ha gustado mucho. A ver si ahora nos lo aplicamos

  3. Oswaldinsky
    02/11/2010 at 17:10

    Muy interesante, me ha hecho recordar un video muy mítico sobre un test que hacen a unos crios de apenas 5 años donde ya se ve quien es y será de por vida procastrinador…

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