Los amantes de Weeds llevábamos varios meses esperando su regreso. Por fin podemos deleitarnos con las andanzas de Nancy Botwin y su familia. Un grupo común, pero extravagante como pocos. Las cosas que les pasan están fuera de lo racional y estas situaciones me provocan una carcajada tras otra. La serie ha dado un giro inesperado. En el primer capítulo de la quinta temporada, recién estrenada en EEUU (los pobres hombres  y mujeres que seguís las series únicamente cuando se doblan al castellano no estáis en vuestro elemento), se puede ver a la pobre Nancy es una de las situaciones más incómodas para una madre de familia. Amenazada por la mafia mexicana, repudiada por sus hijos, rechazada por todos, sola…  Su caída libre está auspiciada por una mala planificación, un ímpetu egoísta y una cabeza loca que no piensa las cosas antes de hacerlas. Como dice su cuñado, “El Andy”, hay que usar protección cuando te cepillas al capo del narcotráfico chicano. Si no puedes acarrear con las consecuencias, y cuando te estás jugando los cuartos con esta gente, creedme, lo acabas pagando.

De todas formas el guión está trabajado y la estética que envuelve cada capítulo hace disfrutar al espectador. También la loca  cabeza de su protagonista, ajena a todo lo que se le viene encima y capaz de abstraerse de la tormenta de mierda que le sobreviene.

Dije una vez que Doug Wilson es uno de los persojanes más desternillantes de la pequeña pantalla. cierto es y lo sigo pensando.  Sus ocurrencia y su falta de cordura le  convierten en un as en la manga para que una serie llegue a triunfar. Hay una escena que os recordará al ya fallecido David Carradine. Me figuro que ya os imaginaréis por dónde van los tiros. Si sois unos ilusos o no os habeis enterado de la noticia de la muerte del maestro de Kung-Fu, es muy fácil, sólo hay que ver el primer capítulo de la quinta temporada de una serie que no destaca por nada, pero es una delicia por las pequeñas cosas.