Recientemente se han hecho públicos los nombres de los actores que encarnarán a los supervillanos en The dark knight rises, la nueva entrega del Batman de Christopher Nolan. En esta nueva cinta de la resucitada franquicia serán Anne Hathaway y Tom Hardy quienes se disfrazarán de Catwoman y Bane con el objetivo de crear los máximos problemas posibles al superhéroe más carismático de la historia del celuloide. Digo esto porque hay que reconocer que Spiderman, Superman y demás superhombres en mallas jamás se han caracterizado por una estimulante vida interior. Ni siquiera Batman, en manos de otros directores, había alcanzado unos registros dramáticos como los magistralmente interpretados por Christian Bale. Es cierto que Nolan partía con una ventaja importante, ya que el personaje creado por Bob Kane en los años treinta tenía bastante más empaque que la mayoría de sus compañeros de “profesión”. Probablemente porque tenía que compensar su falta de superpoderes con un extra de carisma.
No obstante, el carisma no suele ser el punto fuerte de los superhéroes cuando se ponen frente a una cámara de cine. Ni los personajes, ni los actores que los han interpretado, se han caracterizado generalmente por su atractivo (personal, que no físico). ¿Qué hace más interesante una película de este subgénero? Desde mi punto de vista son los villanos. Pon un buen supervillano en tu guión y éste ganará enteros. Basta con observar unos cuantos repartos para darse cuenta de hasta qué punto esto es un hecho. Pongamos a los buenos y los malos en ambos lados de la balanza y veamos dónde tenemos más quilates. El hombre de acero (valga el apelativo también para su apabullante registro expresivo), interpretado por Christopher Reeve o Brandon Routh ha luchado contra Gene Hackman o Kevin Spacey. El hombre araña tiene el rostro cinematográfico del soso Tobery Maguire, incapaz de mantener el característico sentido humor del personaje mientras pelea con pesos pesados como Willem Dafoe o Alfred Molina. Toda la patrulla de los X-Men junta no le llegaba ni a la suela del zapato al gran Ian McKellen, por mucho que Hugh Jackman y Patrick Stewart combinaran su saber estar con el atractivo de Halle Berry. Ésta, puede también añadir a su nómina el dudoso honor de haber protagonizado esa joya titulada Catwoman. En esta ocasión el ridículo era compartido entre heroína y villana, ya que Sharon Stone tampoco estará especialmente orgullosa de esta línea en su, por otra parte, poco destacable nómina de personajes. Otro título con equilibrio de fuerzas es el Hulk de Ang Lee, en el que Eric Bana y Nick Nolte hacen el ridículo a partes iguales por gentileza de un desubicado director. Es, curiosamente, en la segunda entrega de las renovadas aventuras de Bruce Banner donde nos encontramos pesos pesados en los dos bandos. Edward Norton es sin duda uno de los grandes de su generación, pero Tim Roth aguanta la comparación. Otro caso reciente es el de Ironman, en el que Robert Downey Jr. mantiene un equilibrado tête à tête con Jeff Bridges.
En definitiva, tenemos dos opciones. El supervillano le da mil vueltas al superhéroe o, como mínimo, ambos están a la par. ¿Por qué? Bueno, está claro que el bueno se va a salir con la suya, así que es un bonito detalle otorgarle esa victoria moral al derrotado.
Volviendo al señor de la noche, la tendencia se mantiene. A lo largo de los años Michael Keaton y Val Kilmer se han enfrentado, por poner algunos ejemplos, a Jack Nicholson, Christopher Walken y Tommy Lee Jones. Me niego a mencionar a los actores de esa aberración titulada Batman y Robin, ya que estamos hablando de cine.
Con Batman begins, al hacerse cargo de la franquicia, Christopher Nolan decidió buscar a un actor capaz de soportar un personaje con una profundidad mucho mayor a la de ningún otro superhéroe de celuloide. Christian Bale fue una buena decisión (no así su doblaje al español). Pero no contento con eso captó la idea de que para conseguir una buena película tenía que rodearle de otros buenos actores, mejores que él a ser posible. No contento con el habitual binomio héroe-villano, tiró la casa por la ventana y completó el reparto con nombres de la talla de Michael Cane, Liam Neeson, Morgan Freeman, Gary Oldman, Tom Wilkinson o Ken Watanabe. Ya no estábamos hablando de un actor decente enfrentado a uno bueno. Nos encontramos ante un reparto de los que te aseguran un hueco entre las mejores películas del año a poco que su director sepa lo que se trae entre manos. Y ya lo creo que Nolan lo sabía.
Para mantener el nivel en The Dark Knight, Nolan retuvo en nómina a Cane, Freeman y Oldman, además de a Bale, claro está. Y para completar el elenco en dos papeles fundamentales recurrió al sorprendentemente poco conocido Aaron Eckhart y, sobre todo, a un brillantísimo Heath Ledger, que nos legó antes de su muerte al mejor personaje jamás visto en una película de superhéroes.
Vistos los nombres que el virtuoso director había conseguido reunir para sus dos primeras entregas del hombre murciélago, los rumores sobre el reparto de una futura tercera entrega han invadido la red durante los últimos años. Mi favorito fue aquél en el que se hablaba de un Enigma interpretado por el previsiblemente histriónico Johnny Depp y un Pingüino cobrando vida a través del siempre brillante Philip Seymour Hoffman. En su lugar, para mi decepción, nos encontramos con la protagonista de grandes títulos como Princesa por sorpresa o Guerra de novias y un actor al que sólo conozco por sus anodinos papeles secundarios en Origen y RocknRolla. No obstante, no quiero convertir esta desilusión en desconfianza. Cuando alguien lleva tanto tiempo demostrando que sabe lo que hace y que es realmente bueno en ello, hay que darle un voto de confianza, y como el otro día sentenció un compañero con el que conversaba sobre este tema: In Nolan we trust.
Philip Seymour Hoffman interpretando a Pingüino sería una absoluta gozada. Por desgracia la ficción siempre viene precedida por la realidad de la producción. En cualquier caso está aún por llegar la primera película que me decepcione del maestro Nolan.
Calmado, yo también pensé cuánto de exigencia de producción habrá en ese reparto. Pero seamos honestos. ¿Realmente Christopher Nolan, después de las dos anteriores entregas, está en una situación en la que debe dejarse imponer un reparto? Espero sinceramente que la respuesta sea no, sino Hollywood está aun más podrido de lo que pensaba.
Y en cuanto a decepciones de Nolan… personalmente a mí El Truco Final (El Prestigio) me resultó bastante decepcionante. No es que sea mala, pero esperaba más.
Gran artículo Josu.
Quería reflexionar sobre algunas cosas. Una de ellas es el gran parecido (en lo que a cómic original se refiere) entre los personales de Batman y Ironman. Hombres ricos de familia desarraigada, sin superpoderes y con una personalidad tremendamente complicada. Una pena que el film del hombre de hierro no cayera en manos de un director como Nolan, que habría sacado mejor partido del, como mencionas, reparto de garantías Bridges-Downey Jr.
Por otro lado, totalmente de acuerdo en no mencionar a los actores de Batman y Robin. Pero sí me gustaria recordar que la mala era Uma Thurman, de la que Nolan habría sacado oro puro.
De Batman Forever decir que Val Kilmer no fue la peor de las decisiones (Batman y Robin lo demostraría). Me quedo con Jim Carrey en el papel de Enigma, aunque sólo la posibilidad de que el rol llegara a manos de Johnny Depp me pone los pelos de punta. Lamentable la interpretación de Dos Caras por parte de Tommy Lee Jones, infinitamente superada por Aaron Eckhart (agradable sorpresa).
En cuanto a las comparaciones lógicas entre Heath Ledger y Jack Nickolson es como elegir a quién quiero más, a mi padre o a mi madre. Algo parecido me pasa con Danny DeVitto y Philip S. Hoffman, el segundo es mejor actor, una actorazo, pero me costó mucho dejar de tener pesadillas con la imagen de Pingüino en Batman Returns. Por último recalcar a Michelle Pfeiffer como auténtica y genuina Catwoman y mito erótico eterno muy por encima de Halle Berry (al menos en ese papel).
Tienes bastante razón Fofas.Hay varios puntos en común entre Batman y Ironman, pero el primero ha tenido la suerte de que su personaje ha caido en manos de guionistas mucho más ambiciosos a lo largo de su historia. En el cine, para no romper la tradición, le ha ocurrido lo mismo. Y bueno, también hay una diferencia fundamental, Tony Stark decidió luchar contra sus “demonios” entregándose a la buena vida (mujeres, alcohol y coches)para engañarse a sí mismo mientras que Bruce Wayne sólo lo hizo como una fachada, para engañar a los demás. Probablemente el motivo es que Stark era ya un joven vividor cuando sufrió el trauma de la muerte de sus padres, mientras que el trauma de Wayne le acompaña desde su infancia.
Por lo demás, conforme en todos tus comentarios, aunque con todo el respeto del mundo al bueno de Danny DeVito meterlo en la misma liga que a Philip Seymour Hoffman es como comparar a Toquero con Messi porque los dos son futbolistas y tienen su encanto.
JAJAJA. De acuerdo, Me refería más a la fusión de Pingüino y DeVito en la pali, que me marcó, que a DeVito en sí.
Gran artículo Josu. Oye quería preguntarte si sabes algo sobre el rodaje del Capitán América. Era sin duda mi superhéroe favorito cuando era niño, y espero mucho de esa película.
Gracias Niño Burbuja (no puedo evitar preguntarme si tu nick tendrá algo que ver con la extraña película “Bubble Boy”).
Siento no tener mucho que decirte sobre “Captain America: The First Avenger”. El rodaje ya ha terminado, está en postproducción y se estrenará el 22 de julio (creo que simultáneamente en EEUU y Europa). Su director, Joe Johnston, no tiene un curriculum como para esperar grandes cosas y el reparto tampoco es como para tirar cohetes (destacando tan solo Tommy Lee Jones).
En cualquier caso, tienes ya mucha información disponible en la red, trailers incluidos. Y, como siempre, la mejor fuente de datos al respecto es la web IMDB.