Todos sabéis lo listo que era Jaimito. Sin embargo, en una ocasión y tras repetidos fracasos en su respuesta a las preguntas de los viernes, que tenían como premio a las respuestas correctas la no asistencia a clase los lunes, tuvo que recurrir a la estratagema de los huevos negros. Estos los había cogido de su casa y pintado de ese color.
Cuando la “profe” estaba escribiendo la pregunta en la pizarra y justo cuando iba a terminar, Jaimito lanzó los huevos, dejándolo todo perdido. La maestra se volvió y preguntó: ¿Quién fue el rebelde de los huevos negros?. ¡Martín Teluquín, hasta el martes señorita!- respondió lleno de júbilo Jaimito. Lo que nunca se dice es cual era la pregunta que ese día, la profesora estaba planteando. Pues esta era la siguiente: “Tenemos un cuadrado de 3×3 hecho con los números del 1 al 9. Podría ser por ejemplo:
123
456
789.
Lo que queremos es redistribuir los números de ese cuadrado de forma que la suma de cada columna, cada fila, cada diagonal (cada ser) sea la misma.