Hoy, en 2010, la realidad política española se presta al mismo diagnóstico que emitió Francisco Silvela hace ahora 112 años: España está sin pulso. No se ha producido en esta ocasión una derrota militar aplastante que quebrante la fibra moral de la Nación. No se han perdido territorios de ultramar bajo soberanía española. No ha…
La España sin pulso de Zapatero